Los autores audiovisuales colombianos logran que se les reconozca el derecho de remuneración por comunicación pública

La aprobación de la “Ley Pepe Sánchez” por el Senado constituye otro avance importante de la Campaña Audiovisual

El Senado de la República de Colombia ha aprobado hoy oficialmente una modificación vital en la legislación del país que reconoce, por primera vez en la historia, el derecho de los creadores audiovisuales locales a recibir una parte equitativa del éxito de su obra. La nueva legislación se basa en las leyes que ya se aplican satisfactoriamente en Francia, España, Chile y la India. Ésta modifica la ley colombiana sobre derechos de autor de 1982 introduciendo un derecho de remuneración para guionistas y directores por la difusión pública de sus obras.

El anuncio de hoy supone la culminación de los dos años de lobbying llevado a cabo por la Directores Audiovisuales Sociedad Colombiana (DASC) y la sociedad de guionistas colombianos (REDES), con el apoyo de Writers & Directors Worldwide, la CISAC y Directors argentinos cinematograficos (DAC). Este movimiento se denomina “Ley Pepe Sánchez” en honor del premiado libretista y director colombiano que fue un importante portavoz de los creadores a lo largo de la campaña y que tristemente falleció el pasado diciembre.

El cambio legislativo que aporta la Ley Pepe Sánchez también constituye la piedra angular de “La Campaña Audiovisual”, un movimiento internacional liderado por Writers & Directors Worldwide que tiene por objetivo conceder a todos los autores de este repertorio el derecho a recibir una remuneración equitativa por la reutilización o la redifusión de sus obras. Hoy día, la mayoría de países no contemplan este derecho en la ley, lo que significa que el creador, que supone el origen mismo de este proyecto, raras veces recibe el mismo trato que los distintos operadores y difusores que lo distribuyen.

Esto es importante porque la gran mayoría de guionistas y directores trabajan por cuenta propia y el proceso de llevar una producción a la pantalla es largo e incierto. Si no pueden ganarse la vida dignamente con su fondo de catálogo, muchos creadores se ven obligados a dejar el sector y su contribución al crecimiento económico y cultural de sus respectivos países se pierde. Las cifras recientes ponen de relieve el alcance de esta cuestión mundial, ya que reflejan que menos de una quinta parte de los escritores británicos pueden ganarse la vida escribiendo únicamente y que el 50% de los miembros del Australian Directors Guild ganan menos de la mitad del salario medio nacional. Por el contrario, sólo en Europa el sector audiovisual y cinematográfico aporta el 2,6% del PIB regional y genera 5,8 millones de puestos de trabajo, por lo que la importancia de una protección sólida es clara.

CITA

Colombia ha reconocido, al igual que Argentina y Chile, que una industria cinematográfica sólida y próspera depende de unas leyes que garanticen a los creadores audiovisuales una remuneración equitativa. Los autores audiovisuales normalmente negocian sus contratos antes de la realización de la obra, sin poder estimar el éxito que tendrá o no dicha obra a nivel mundial y para todas las explotaciones. El hecho de poder gozar de un derecho irrenunciable e intransferible a una remuneración equitativa previsto por la ley restablece el equilibrio. Este derecho nos permite ganarnos la vida, estimula la producción de nuevas obras e impulsa el crecimiento de la economía creativa que nos beneficia a todos. Necesitamos un derecho universal para un mercado mundial.”

Yves Nilly – Autor y Presidente de Writers & Directors Worldwide

Este éxito en Colombia se produce justo siete meses después de que la presidenta chilena, Michelle Bachelet, firmara una ley similar. El movimiento en favor de la “Ley Ricardo Larraín” fue impulsado por la Sociedad de Autores Nacionales de Teatro, Cine y Audiovisuales (ATN-Chile) respaldada también por Writers & Directors Worldwide, la CISAC y la DAC.

Estas dos victorias reflejan la buena dinámica que está adoptando actualmente la Campaña Audiovisual a nivel mundial. Además, los legisladores de todas las regiones reconocen cada vez más que los derechos de los creadores son un gran estímulo para el desarrollo cultural y económico.